Promesa de Dios

Promesa de Dios:
Arles Brauchle 
Fundamentos del Cristianismo 
Universidad Católica Santa Maria la Antigua
8-918-206
Sin duda alguna las promesas son fundamentales en la vida del ser humano. Pero muchas veces no se cumplen, porque las prometemos sabiendo aun que no podemos cumplirlas. En este texto se habla de como son las promesas de Dios y que tan fuerte son. La promesa de Dios es inigualable porque se cumplen, cuando Dios promete algo lo cumple, esto es muestra de que tan importantes son las promesas para el y como deberían ser para nosotros. 

"En el universo no existe nadie más confiable que Dios. Desde el principio, Dios ha hecho sus obras a través de sus palabras, y ha declarado que su palabra es eterna y no puede fallar. "

Esto quiere decir únicamente que las promesas de Dios son eternas y jamas son incumplidas por el porque el demuestra paz y sinceridad ante todo.

El poder de la palabra de Dios:

Cuando Dios promete algo lleva poder consigo esta promesa, con el solo hecho de ser cumplida se da cuenta que su palabra si tiene poder. Su palabra esta llena de paz y armonía la cual va con todo el corazón dando lo mejor para así darnos lo mejor.

“Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir... así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías 55:10-11). En conclusion habla de lo fuerte que es su palabra y cuanto poder puede realizar en la vida de las personas.

El poder de una promesa de Dios 

Las promesas de Dios son plenas y sinceras en las cuales el se compromete a cumplirlas con plena sinceridad y dedicación.

Un claro ejemplo de promesas y pactos fue cuando "Dios escogió a Abram (Abraham) para ser su hombre de pacto, El le hizo promesas que todavía tienen poder hoy en día. “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición... y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3). La nación de Israel y la raza judía es el resultado de esta promesa, y los propósitos de Dios no han cambiado con los siglos. A través de esta promesa salió del linaje de Abraham un salvador, Jesucristo, cuyo propósito fue bendecir a todas las familias de la tierra. De hecho, Pablo declaró que, “si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:29).

Nos damos cuenta cuan importantes son estas promesas y como las cumple sin ninguna excusa es importante resaltar esto ya que los seres humanos damos excusas para todos aun sabiendo que no es así tapándonos los ojos de la realidad.

Las Promesas Siguen Vigentes

Las promesas representan la manera que Dios usa para establecer su voluntad en el mundo. Nuestra ignorancia o pasividad en cuanto a las promesas de Dios puede determinar la calidad de nuestra vida.  Esto quiere decir que cuando Dios promete algo es porque lo va a cumplir sin importar el tiempo ni el momento ni por cuanto lo tenga que cumplir eso es parte de la promesa de Dios y cuan importante y hermosa es.

Este ejemplo con moraleja es hermoso y para analizarlo.

"Es como el chófer de un taxi que siempre encuentra los semáforos con luz verde y nunca tiene que parar, porque la luz siempre está verde cuando él pasa en su auto. Así es nuestro Dios. Todo lo bueno que él ha prometido al hombre está disponible para el creyente. Pero las condiciones se tienen que cumplir. La frase, “por medio de nosotros,” significa que somos nosotros quienes determinamos si recibimos el beneficio de la promesa o no.

Es importante saber que nosotros somos los que decidimos aceptarlas o no aceptarlas Dios las tiene a nuestro mercer pero es nuestra decisión de aceptarla o no.

En conclusion se podría decir que la palabra de Dios es Divina y no existe ningún motivo para creer que no es así, Dios promete y cumple y nos deja una enseñanza que es que las promesas que hacemos no solo con Dios siempre deben ser cumplidas, las promesas se cumplen sin ninguna excusa.